5 de junio de 2015

Dando señales de vida

Después de dos semanas frenéticas de inicio a la vida adulta, me vuelvo a poner al mando del teclado. No es fácil encontrar un hueco para ello, y ahora entiendo cómo la residencia se termina llevando una buena parte de tu tiempo. Y eso, que sólo acabamos de empezar...

Empiezas el hospital sin poder estar más perdido. En mi caso, hospital nuevo. Y grande. Muy grande. Muchos pasillos por los que perderse y pocos carteles con los que encontrarse. Mirándolo por el lado positivo, el preguntar donde están las diferentes secciones ayuda a ir conociendo a la gente que se mueve por el hospital. Pero no sólo me pierdo en el hospital.

Me pierdo en el papel de médico.

Me pierdo pensando que solamente sé lo que hago cuando hago la historia clínica. Me pierdo si me preguntan posibles diagnósticos para un paciente. Me pierdo si me preguntan qué pruebas son las que hay que hacer. O que protocolo debo seguir... Me pierdo en la práctica, y eso que durante la carrera roté bastante por la especialidad. Me pierdo en el manejo práctico de la medicina, cosa que no debería pasar (en teoría).

Es por todos sabido, que la universidad española patina en uno de los apartados más importantes para los que salimos de ella: la práctica. Nos forman bien, no lo pongo en duda. Teóricamente somos muy buenos. Prácticamente, ya va siendo otra cosa. Muchas clases, muchos power-points, muchas horas de estudio y muchas "prácticas como observer" para que, una vez pasado un examen y elegido una especialidad, se nos suelte a los R1 en las urgencias de los hospitales a intentar poner en práctica lo teóricamente aprendido. Además, la teoría estudiada poco tiene que ver con lo que en realidad se ve. Sabemos de enfermedades que poco vamos a ver, en vez de centrarnos en manejar con soltura las que todo médico debe conocer.

Por ello, el estudio no acabó el día antes del MIR. No va a ser igual, desde luego, pero va a haber que sentarse a dedicarle horas al asunto. Por ello me preocupa ver qué estudiar a partir de ahora, y sobre todo cómo hacerlo. ¿Los libros del hospital? ¿Artículos y estudios?...Aun no lo sé. Imagino que el tiempo me irá diciendo cómo hacerlo.

Y es así cómo, merodeando por Internet y saltando de página en página para ver si encontraba algún chivato o solución para saber "cómo estudiar siendo residente", me topé con la página de la Editorial Panamericana. La conocía, de oídas y de vistas. Algún libro había manejado durante la universidad y no me había ido nada mal por aquel entonces. Sin embargo pensaba "Esto no tiene que ser como la universidad, así que busca algo más práctico". Hasta que la vista se me cruzó con la palabra "Residentes" en su web. Por mirar no perdía nada, y la verdad es que mi sorpresa fue bastante buena al ver lo que allí ofrecían. Encontré lo que creo que es el inicio de la solución.

Según la especialidad que hayas elegido, puedes escoger un Pack de "Libros básicos". Es decir, para personas como yo, que hacen una especialidad de la cual sólo han tenido una asignatura en la carrera, es bastante lógico pensar que la base no es demasiado amplia. Y para ello, estos packs parecen bastante útiles. Libros básicos de la especialidad de concreto, junto con un vademecum en formato digital y una curso de urgencias hospitalarias que se puede realizar online desde casa (y que además te dan 10 ECTS por hacerlo). En la web tienen la información, tanto de los libros como del pago del pack (fraccionado a 3 meses sin interés) y es bastante fácil de manejarse por ella.

De momento poco más puedo contar. Que soy feliz. Que elegí bien y que, a pesar de andar demasiado perdido (imagino que como todo el mundo), puedo decir que solamente por llegar hasta aquí, ha merecido la pena.


A.